Seguidores

19 de febrero de 2011

Quisiera volver a ser chiquita. Cuando veo a los chicos pequeños sonreir, me hacen tan feliz. Me alegra tanto ver esas sonrisas puras y sinceras en sus inoscentes caritas. No tienen porque sentirse mal, no sufren. No tienen de que preocuparse, no cometen errores que pases de alguna tierna travesura y no viven con el miedo de lastimar a otra persona. Hasta el más mínimo detalle los sorprende, para ellos todo es nuevo y pueden sentirse felices jugando con cualquier cosa que encuentren. Tienen todo un futuro por elegir, y personas que los guian a hacer las cosas bien, aunque sea imposible. En cambio, nosotros a medidas que pasa el tiempo y nos va pareciendo la rutina vada vez más pesada, ya nada nos sosprende, todo nos da igual y vivimos cometiendo errores, lastimando gente sin razón alguna y tropezandonos millones de veces con la misma piedra. A medida que crecemos, somos cada vez más expertos con diversos asuntos, ya no nos hacen felices las mismas cosas que antes, es decir que cada vez cuesta más llegar a la felicidad, no como cuando eramos pequeños que capás con un juguete eramos las personas más felices del mundo.

Veo a los niños jugar inoscentemente, sabiendo que les espera un futuro cometiendo infinitos errores, porque nadie es perfecto y todo el mundo se equivoca, y de ello se aprende.

Y creo qe muy pocas personas pueden contradecir mi teoria de que a medida que crecemos nos vamos convirtiendo cada vez en peores basuras.

No hay comentarios: